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vino con sandía       

Armando Zeblox
sábado, febrero 26, 2005
 
seguimos siguiendo
Vino con Sandía se demuestra auténtico. Auténtico, es decir que no es cualquier cosa. Más allá de habernos declarado en decadencia blogueril, en default, seguimos adelante como quien no quiere la cosa. Eso nos enorgullece. Nos infla. Nos llena de autoestima. No pocos son los blogs que han bajado los brazos. Pero nosotros seguimos siempre alertas. Hacemos malabarismos y aprendemos manualidades pero continuamos. Porque no nos es grato soltar el pájaro: más vale pájaro en mano que cuchillo de palo, reza el refrán.

lunes, febrero 21, 2005
 
noticias de terror
Vino con Sandía se siente orgulloso de que sus lectores sigan existiendo. Hemos observado detenidamente los últimos episodios que han afectado al mundo -el tráfico de estupefacientes y sus respectivos embotellamientos, la buena salud del neonazismo boliviano y los diversos atentados terroristas-. Estos sucesos nos han sorprendido y horrorizado; congelado y alegrado. Pero no entendemos cómo seguimos teniendo lectores. Si nosotros fuésemos lectores de Vino con Sandía, ya nos hubiésemos suicidado.
El mundo se ha vuelto loco, lectores. Hemos perdido la paciencia global que nos caracterizaba y ya no podemos dar pie con bola en la vida. Pero lectores, no deben intranquilizarse: debemos construir nuevas herramientas para luchar contra este mundo maníaco-depresivo.
Estas herramientas serán de nuestra ayuda para seguir construyendo caminos. Del mismo modo, Vino con Sandía y Armando Zeblox harán lo necesario para desenturbiar los ríos turbios y desviscicitudear las viscicitudes.

lunes, febrero 07, 2005
 
visitamos Bolivia y nos horrorizamos
Vino con Sandía disfruta del glamour habitual que lo caracteriza y muestra demostrando que la vida puede llegar a ser un frenesí, si uno se lo propone. Pero sin embargo, en medio de las siempre ansiadas vacaciones, Vino con Sandía se indigna profundamente.
¿Por qué? Porque en La Paz, Bolivia, capital internacional de la cumbia, ciudad atiborrada hasta la médula de lectores de Vino con Sandía, nos hemos encontrado con sorpresas. ¿De qué estamos hablando?
Pues bien: parece que La Paz, Bolivia, está repleta de neonazis. ¿Esto qué quiere decir? Que es probable que en la ciudad de La Paz se estén buscando nuevas armas para La Guerra. ¿Esto qué implica? Que puede llegar a suceder que en no muchos años, todo el continente americano se encuentre sometido bajo las afiladas uñas del Neonacionalsocialismo Bolivariano.
¿Acaso el problema radica en los posibles actos criminales que pueden avecinarse? De ningún modo, queridos lectores. La mayor verdad de la milanesa es la siguiente: Vino con Sandía está absolutamente en contra de los -ismos. No nos gustan ni los realismos, ni los sismos, ni los socialismos, ni los modismos, ni los mismos; ni siquiera nos apetecen los judaísmos.
Por lo tanto no apoyaremos de ningún modo estos movimientos, tan sucios y hediondos como las mismísimas calles de Bolivia. Sepan disculpar nuestros lectores que se encuentren actualmente vinculados al neonacionalsocialismo, pero no nos interesan para nada sus plegarias.