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vino con sandía       

Armando Zeblox
martes, junio 19, 2007
 
algunos bloombergs para vuestro deleite
La cocaína de colores no es recomendable, señor lector. Si esto le sirve como enseñanza para manejarse en la vida, bien por usted.
Nosotros seguimos inventando cosas, porque usted, drogadicto empedernido, no tiene el menor interés en abandonar sus adicciones.
La cocaína en colores, lector, le lleva a tomar más cocaína en colores y a seguir visitando Vino con Sandía, que como le dijimos varias veces ya, no existe más. Desapareció más o menos en la misma época en la que lo hizo Jorge Julio López. Murió poco antes que Norita Dalmasso.
Así que lector, estúpido lector, deje de leernos. O tendremos que seguir posteando. Porque nuestro rol acá es postear o no hacerlo, y el de ustedes leer o no leer. Cada uno decide su parte. 
Y todo depende de si la cocaína es o no en colores.
Por último, me despido, señor lector, una vez más, pero diciendo esta vez que si extraña nuestro post con alto voltaje sexual seguirá extrañándolos, ya que hemos sublimado nuestra pulsión hacia metas no sexuales. Así que se joden, muchachos. 

domingo, junio 10, 2007
 
boomerang
Estoy frente a este bloque blanco vacío y a medida que mi blabla lo empapa de pelotudeces, pienso en escribir algo que trascienda las paredes microcósmicas y llegue al blog de mi doble en la dimensión desconocida, y así, enviarme un mensaje para evitar que todo esto que está ocurriendo ocurra, que lo indeseado llegue al fin como un petardo desde el más allá, frente al cual no podemos hacer demasiado. Me diría que cuidado, que ojito, que ojete, que no me confíe tanto, que no cancheree con el chicle y la boca abierta, que me saque el jopo y la campera de cuero. Pero quizás, aún así, después de todas estas advertencias yo, en la otra dimensión, quizás cometa, rectifique y compruebe de nuevo lo que sabíamos, y entonces yo, desde allá, trataría de mandarme un mensaje hacia acá. O no.