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vino con sandía       

Armando Zeblox
sábado, octubre 28, 2006
 
ya puedo entender
Suena la cadena de un baño. Luces.
Ella camina sexy. Contornea la cintura entre el shifón de su pollera ajustada, y menea los senos que bailotean sin protección. Se acerca lenta a la mesa para volver a sentarse. De su zapato ROJO cuelga un papel higénico sucio, ensangrentado. Pide perdón por la tardanza y comete un error al explicar que se acaba de indisponer. Usa la palabra MENARCA. Lleva a la bocaun trozo que la esperaba en el tenedor. Saborea con los labios. Transporta el bolo de un lado al otro y con presión interna extrae partículas estancadas en la encía.
Sonríe. Un grano de choclo se ha insertado en su paleta frontal. Amarillo es, y la boca, roja y pecaminosa.
Él dice algo de unos cigarrillos, levanta su saco y se retira. Ella aprovecha su soledad para picarse la nariz.

martes, octubre 24, 2006
 
eterna flotacion
Estuve pensando en reflotar Vino con Sandía. Pero si lo hiciese, ¿no se volvería a hundir? ¿No volvería a tener el mismo aspecto hediondo que hace unos días? No se lo pregunto a usted, lector inexistente, sino a mí y a mis colaboradores. Jamás he pensado en destruir este blog tan hermoso, aunque sí ardo en deseos de que la blogósfera, si es que aun existe, deje de existir. Pero es una existencia existente de la cual no podemos desembarazarnos tan fácilmente, como Vino con Sandía lo es. A veces, por las noches, siento que una tormenta cósmica nos dejará sin internet, y borrará toda la información que ahí haya, incluidos todos los blogs de mala calidad. ¿Se imagina usted, lector, a todos los fotologs desapareciendo en un mismo milisegundo? Sería una cosa hermosa, un Cromagnon perfecto. Pero con características binarias y digitales. Realmente espero con ansiedad ese momento. Que se borre todo y no queden más que los cuerpos, el sexo, la lascivia de lo interpersonal. Y usted, lector, dejaría de ser lector. Inexistente o no. El autismo se sacaría la careta. Zacarías se sacaría. Y seríamos mucho más felices, estoy seguro. Tan seguro como seguro estoy de que Armando Zeblox existe.

lunes, octubre 02, 2006
 
Tarea de primaria.
Ha llamado a su tía Clara para recordar la receta de los ñoquis caseros. Pero los huevos no fueron suficientes y bajo un manto de harina corporal, ha salido corriendo al almacén de enfrente. Sus bolsillos emblanquecidos no importan, se acerca la hora y la mesa todavía no está puesta. Se seca la frente con el antebrazo. Ha estado nerviosa todo el día. Toca el timbre. Es él, y la mesa no está puesta. No. No es él. Es la vecina del 4to que ha querido cobrar las expensas. No puedo ahora, no te das cuenta imbécil? Las agujas han pasado y la mesa todavía aún no se ha puesto. Se ha hundido en el placard, el peor momento de la noche ha llegado.Ha tirado los pantalones apinzados sobre la cama. Muy ochentas, muy seria, muy puta, muy recatada, muy aburrida, muy entregada. Nada le gusta, nada. Timbre de nuevo. Pero la puta madre ésta viuda no tiene nada que hacer. Ha abierto la puerta. Es él. Ella, detrás del delantal de florcitas, está embadurnada con harina y huevo. Él, de traje color celeste sostiene nervioso unas flores amarillas. Pasá José Luis, pasá, no terminé de cambiarme. José Luis se acomoda el frac celeste y se sienta incómodo en el sillón plastificado.
Esa noche Rafaela quedaría embarazada.