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vino con sandía       

Armando Zeblox
sábado, marzo 31, 2007
 
insomnio
El sonido de la frenada atravesó el sueño de todos los que dormíamos en la casa. Algunos probablemente incorporaron el ruido a su sueño y siguieron tranquilos. Yo no pude y me desperté.

Estaba embotada, como prisionera del efecto de un opioide o de una resaca.

El ruido de cristales estallando después de la frenada nunca se produjo. El conductor taquicárdico, que también se había quedado dormido, retomaba su camino, ahora lentamente. Mientras el conductor taquicárdico subía el volumen del estéreo, en el asiento trasero de ese Ford Fiesta algo viscoso se movía.

Días más tarde, el conductor taquicárdico, pérdido en algún sitio de Quilmes, manotearía el asiento trasero en busca de un mapa de la zona. Recién en ese momento palparía la cosa viscosa y movediza. La tomaría entre sus manos y la miraría con asco, luego con amor, y como poseído la abrazaría y la besaría como a una amante que se extraña muchísimo. O como la imagen de la mujer que alguna vez se amó pero que ahora es otra persona, porque le han crecido pequeños tenedores en la espalda.

Es marzo y aquel auto yace destruído en un barrío pobre de una ciudad pobre. Hace un frío invernal y en la calle lo único que se escucha es el corretear de algunas ratas. En la habitación del frente del conventillo, María y Juan duermen abrazados después de una noche de borrachera. La música sigue sonando fuerte desde la radio vieja tirada en el piso. Hace unas horas se estaban gritando e insultando, al borde de los golpes. Ahora duermen y sueñan.

Yo estoy sentado en el piso, con la cabeza apoyada contra la pared despintada. Los miro y los envidio. Mi mano en el bolsillo juega con las pastillas de Valeria. Tal vez ella tenga razón y sea mejor vivir a través de la química.

O mejor sea dejar de luchar, dejar de pelear contra las olas. I don´t want to swim the ocean. When it´s cold I´d like to die. Hacerme amigo de este insomnio y dejar de considerarlo una fuerza que me controla. Si ya estás en la azotea, salta.

Qué bonito mensaje estás dando con tus escritos, me dice ella, con la camisa que deja entrever los senos y nada cubriendo su sexo. La habitación de este telo sí que es bella, pienso yo. La música emana omnipresente y pura desde los parlantes que se encuentran vaya a saber uno en que sitio secreto de la habitación. El espejo del techo es casi perfecto y me lo imagino reflejando mi pelada mientras bombeo a esta belleza que conocí hace 2 horas 23 minutos y que se llama... se llama...

Yo me pregunto, ¿y tu, quién eres? Mas no me importa. Eres esa que tu me muestras. La que yo busco al ir contigo.

Abrazado a su espalda en cucharita ella duerme, y yo planeo el próximo paso del viaje. Decido que en el micro desde Salta capital a Cachi podré dormirme. La chola con aliento a cebolla del asiento de atrás, la tucumana judía de 16 años de al lado que me hablará sin parar de sus viajes por el mundo y de todos los changos que conoció formarán el paisaje perfecto.

Será la hora de dormir, de desaparecer. De nada sirve aferrarse a la vigilia. De nada sirve escaparse de uno mismo.

lunes, marzo 26, 2007
 
la vida no tiene sentido
1
Si algún sentido tiene la vida, yo diría que debe ser la muerte. En realidad, el sentido de la muerte es acabar con el sinsentido de la vida. Todo esto me marea.
2
Siempre tuve problemas para darme cuenta de hacia dónde hay que mirar para ver salir al sol y para verlo acostarse. Todo esto para que luego me dijeran que el sol no se levantaba ni se acostaba, sino que simplemente merodea por ahí, mientras que nosotros somos los que damos vueltas alrededor de él como si fuéramos una especie de trompo persecutor.
3
Pareciera que la tierra tiene un delirio pasional por el sol. Sin embargo, no me imagino que el sol tenga algo interesante. Quizás lo más interesante que tenga el sol es que se trata de una bola de fuego. Pero ¿no es en el básquet que las bolas se ponen en fuego? ¿No es en el sexo que las bolas se ponen en fuego? Y bueno, yo soy un amante de las bombas de papa, que en general para ser cocinadas tienen que ser puestas en el fuego. Así que el sol pierde su status gracias a la bomba de papa, bomba que nunca sirvió demasiado, a diferencia de otras bombas que pudieron servirnos para deshacernos de gente muy desagradable como los japoneses, los iraquíes, etcétera, etcétera.
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Yo creo que los japoneses y los iraquíes deberían ser completamente desterrados del mundo, porque sobran. Hay demasiada gente en el mundo. Por lo tanto, si alguien tiene un mínimo odio por alguien, ese alguien que es odiado está en todo su derecho a morir. ¿Por qué? Porque es precisamente el derecho de la vida.
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En la vida, el único derecho que uno tiene es a morir. ¿Por qué? Porque la vida no tiene sentido. Y si no tiene sentido, ¿qué más queda? ¿Qué ley nos podemos proponer? Bueno, dejemos de buscar un sentido a una vida que no tiene sentido. Vamos a morir.
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Y si alguien nos resulta desagradable, vamos a matarlo. Hay varios ejemplos de esto. No es una propuesta mía sino algo que suelo ver en la historia. Por ejemplo, lo que sucedió con los romanos, que masacraron a todo el mundo, entre ellos a esos horribles, pulgosos y mugrientos cristianos. O tenemos un ejemplo muy reciente, que es el exterminio de los mugrientos, pulgosos judíos.
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¿Por qué eran mugrientos y pulgosos? Bueno, porque los tenían metidos en un campo de concentración. Es muy interesante esa estrategia. La única posibilidad de echarle la culpa a alguien de mugroso y pulgoso está en meterlo en algún lugar mugroso y/o pulgoso. En este caso, el lugar no era en sí mugroso y pulgoso, pero sin embargo el tiempo se ocupó de proveerle todas las características a ese lugar. Se ve muy bien que la poca higiene, el amontonamiento de gente y el desabastecimiento producen mugre y pulgas. Que debieron sufrir lo mismo que sufrieron los judíos. Porque, hasta donde yo sé, el Zyklon B, que es el gas que se usaba en las cámaras de gas, también afecta a las pulgas. De hecho es muy probable que si afecta a los hombres, afecte a las pulgas, si bien las pulgas deben ser insectos muy, muy, muy, muy adaptados a los cambios históricosociales.
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Pensemos por ejemplo en sus amigas las cucarachas, que viven hace siglos y siglos y siglos y milenios y milenios y milenios en el mundo. Ellas han sobrevivido a todos los campos de concentración habidos y por haber. De hecho, es notable que hayan sobrevivido al famoso big bang que habría acontecido durante el período jurásico y se habría llevado consigo a todos los dinosaurios, excepto algunos dinosaurios que hoy siguen proveyéndonos alegrías, como los dictadores militares latinoamericanos, o Roger Waters, el cantante de Pink Floyd, que hace poco estuvo en Argentina y brindó un recital alucinante.
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Dicen que arrojó pastillas de LSD al público en forma de agradecimiento, y el público le arrojó ladrillos en forma de agradecimiento. Dicen que la casa de Roger Waters está construida íntegramente con ladrillos arrojados por sus fanáticos a Roger Waters. Yo no creo en esas cosas. A mí me parecen estupideces. ¿Por qué a Roger Waters le interesarían los ladrillos? ¿Acaso no dice él que no necesitamos educación y que todo eso es un ladrillo en la pared? Pareciera que a él no le gustan los ladrillos en la pared. Quizás el los prefiere en el piso. O en el agua. O en el cielo.
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Un ladrillo en el cielo sería mucho más satisfactorio que un cerdo en el cielo, porque los ladrillos en el cielo darían al mismo una apariencia rojaceleste que nos haría recordar al amanecer y al atardecer permanentemente. El amanecer y el atardecer siempre son en sí mismo hermanos, porque lo que busca uno, lo busca el otro. Y nunca se olvidan de hacer más o menos lo mismo, salvo cuando el tiempo es malo y no tienen otra posibilidad más que contradecirse o contrastarse.
Es extraño que yo hable de que un tiempo contraste a otro tiempo. ¿Acaso hay alguna posibilidad de establecer una distinción tan marcada y tan relativa entre dos momentos del día?
11
Dejemos tranquilos a estos momentos y abandonemos este imposible diálogo con el lector, incrédulo lector, que no puede suponer qué es lo que pasará mañana cuando yo decida o no seguir con este proyecto de escribir, y después ser editado, y después ser leído, y después ser quemado, y después ser renacido de las cenizas, y después ser escrito en las piedras, y después ser Platón, Aristóteles, Pitágoras, etcétera.

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martes, marzo 06, 2007
 
diario de viaje. día 11
En el micro a Villazón 27 almas duermen mientras yo contemplo la nada por la ventana. A juzgar por el zigzagueo del micro el chofer tambien duerme. Las sacudidas me hacen recordar a aquel micro destartalado que hace unos días me llevaba desde Humahuaca a Iruya.

Pienso en que en poco tiempo estaré de vuelta en Bolivia. Estar tan cerca del lado boliviano del universo siempre me ha trastornado.

Trato de pensar en Sol, la tucumana con su vestido blanco con motivos florales repetidos que conocí en Tucumán. El recuerdo de Sol y de Tucumán es algo borroso. Hago el esfuerzo y empiezo a dudar de si alguna vez estuve en Tucumán y si Sol no es mas que el fruto de mi imaginación. Es fácil resolver el problema: Manolo, un turista andaluz, me había sacado una foto con ella. No tengo más que tomar mi cámara digital y revisar las fotos tomadas para recuperar la imagen de esa mujer.

Tomo mi bolso y compruebo - no sin sorpresa - que no llevo una cámara digital. Y es porque nunca tuve una.

Hay cosas de las que sí estoy seguro: Humahuaca existe. Los holandeses también existen. En Humahuaca hay un restorán de nombre el Cardón donde comí con una pareja de holandeses bellísimos. Había un televisor: pasaban Matrix, la primera, mientras sonaba el incansable carnavalito en un grabador y un niño de 6 años recitaba unas coplas inentendibles.

Desde ahora en más debo ser mas cuidadoso. No puedo darle tantas libertades a mi cabeza. Recuerdo cuando era niño y Zeblox me sentaba sobre su regazo o se duchaba conmigo y me decía: "Usted, jovencito, no puede darse el lujo de jugar con ciertas cosas. Piense en su tía con depresión mayor, su primo autista, su otro primo esquizofrénico, su tío-abuelo cleptómano. Otros a su edad pueden probar límites. Usted no. Usted ya sabe que la locura es solo atractiva cuando se ve de afuera, en películas o en libros. Pero en primera persona es una verdadera garcha."

Con el recuerdo de las palabras de Zeblox me duermo con una sonrisa, sabiendo que cada minuto que pasa me acerca a mi querida Bolivia.