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vino con sandía       

Armando Zeblox
viernes, enero 26, 2007
 
diario de viaje. día 2
Porteños

Yo le escapo a las ciudades, viste. A mi me gustan los pueblitos, esos que tienen una Iglesia y una verdulería nada más. Uno de esos lugares donde cerrás los ojos y escuchás el silencio, viste.

Están re buenos porque podes ir a las peñas culturales donde hay tipos con guitarra que tocan esos temas folclóricos desconocidos. A veces te aburrís porque no tocan ni un rock. Es más para ellos no es rock, es "yock".

Bueno, me tomo un pase de merca y a disfrutar de la naturaleza, he dicho.

 
diario de viaje. dia 3
Comprar un esclavo salteño para aliviarnos el viaje fue una gran idea. Hicimos una vaquita con los israelíes del hostel (Shai y dos nombres impronunciables): cinco pesos cada uno y nos conseguimos un salteño en buen estado, con poco uso y buena autonomía.

El tema es qué hacer con él cuando se acabe el viaje. Lo lógico sería sortearlo, pero no se si los israelíes se lo van a querer quedar. Tienen que llevárselo en avión. Si bien puede pasar como equipaje, ellos ya llevan cientos de tamales y probablemente se pasen con el peso.

Sinceramente, yo tampoco se si quiero quedármelo. Los leyes en Buenos Aires no son tan permisivas como las salteñas. El supuesto "progresismo" que nos gobierna sigue con las ideas obsoletas de la abolición. No entienden que se puso de moda lo retro, la onda pre-abolicionista. Ser dueño de un esclavo hoy en día es super vintage.

El salteño anda oliendo la computadora, parece que tiene hambre. Le voy a hacer unas cosquillas en la panza, darle de comer unos tamales y a la camucha.

Besitos.

domingo, enero 21, 2007
 
diario de viaje. dia 1
El Parador 34 en Ceres, Santa Fe, está gobernado por cascarudos. Es claro que el dueño del Parador es un cascarudo muy amable que permite a sus amigos cascarudos comer y beber gratis.

La gente que para por media hora para comer se queja de los cascarudos. Se dicen los unos a los otros "Oh dios mío, es increíble que hoy en día, con los magníficos métodos de exterminio que se han desarrollado durante el siglo XX, exista un reducto como éste. Aquí hace falta mano dura".

Yo miro al cascarudo y me parece encontrarle un parecido a mí. Entiendo por qué: somos parientes, separados por millones de años de evolución.

El rechazo que siente la gente por los cascarudos es la misma que siente por sus antecesores, por los ancianos sobre todo. Todo sería mejor para ellos si el tema de Pulp que dice

"Help the aged,
one time they were just like you,
drinking, smoking cigs and sniffing glue."

hubiese sonado todas las mañanas en la 100.

viernes, enero 19, 2007
 
diario de viaje. dia 0
El recuerdo de tu forma de masticar chicle, sobre todo de la seguidilla de ruidos que solés hacer con el globo como el redoble de un tambor, me destroza los nervios. Tus ronquidos y el hilo de baba que cuelga de tu comisura me hacen sentir la nada misma.

Es incierto lo que pasó unas horas antes. No estoy seguro de haber ido al hipodromo de Palermo, y en ese caso, si gané o perdí todo. En todo caso, me es indiferente.

La tonta luz de las 6 de la mañana indica que es hora de partir. En esta epoca del año ya no te quiero y no me resulta difícil escaparme mientras dormís.

Los demonios del pueblo me esperan con los brazos abiertos, como todos los años. En media hora estaré en Retiro, pero esta vez compraré pasaje para otro lugar.

Que el pueblo se vuelva recuerdo, que se consuma a sí mismo y desaparezca.